Etiquetas

viernes, 14 de noviembre de 2014

¡Bollería industrial por mi gaznate! Semana de excesos

Semana catatónica! Lo que he comido esta semana ha sido todo lo contrarío a lo que debería. ¿A lo que debería realmente o a lo que no estoy acostumbrada desde hace un tiempo?.
Tortilla con mayonesa, parrilladas, tabla de patatas con salsas (alioli, barbacoa y roquefort), pasta y arroz por un tubo, pan,  alcohol (sidra, cubatas, calimocho, vino tinto, cervezas...) y para traca de las buenas, pero de las buenas buenas, BOLLOS, PATATAS FRITAS, GOMINOLAS.... ¡¡ALEGRÍAAAAAAAAAAAAAAA!!
Pues sí, y tanto que alegría. Como que vine de ver a mi amiga tras casi una semana y sólo había subido 400 gr, pero 400 gr que al día siguiente eran -500gr, osea que encima adelgacé.
Creo, y lo creo firmemente, que mi metabolismo se ha acelerado y ahora comer me sienta de otra manera, porque tampoco he hecho ejercicio y con esa ingesta de calorías es difícil creer que uno no va a engordar.
Sí es verdad que me he saltado comidas y no he picado entre horas, es decir, igual sólo he comido y cenado, pero lo he hecho de una vez, no he prolongado la cena durante 5 horas.
También he notado que no me llama tanto la atención "las mierdolinas", comer bazofia vamos. Que hubiese preferido meterme un bocata de queso y jamón serrano antes que los bollos esos de mil colores que te dejaban las manos grasientas al cogerlos.
Así que al final cuando lo comía, reconozco que ha sido mucho tiempo sin probarlo, y notar un sabor que no suelo notar es algo impactante (con mucho miedo lo tomaba, todo hay que decirlo, porque pensaba en la repercusión), pero no me he comido todo lo que había, no he querido abrirlo todo y comer hasta reventar, comí lo que me apetecía y hasta donde pude, no me creó ansiedad saber que quedaba mas ahí, pude sentir que manejaba mi cuerpo y mi mente en aquel momento, que disfrutaba comiendo. Una maravilla sentirme como alguien normal que no se culpabiliza constantemente, aunque la sensación la tienes inicialmente pero va desapareciendo.
Hoy he ido a la dietista a pesarme, primer mes que subo de músculo, 500 gr. Eso es buenísimo. Bajé 4,500 Kg y todos de grasa.
Tengo que hacer recuento mensual, medirme, subir fotos, subir el peso de hoy (que estoy con la regla y ando esperando a mañana porque hoy se me olvidó pesarme a primera hora), así que mañana o pasado subo el peso.
Por cierto, he salido de fiesta, que hacía mucho que no lo hacía a esa escala. Lo más impactante es que haya algún tío que se haya interesado en mí, ¿Pueden cambiar los demás la percepción de nosotros mismos cuando uno mismo no lo hace?. Nunca creeré que soy mejor por estar en mi peso, siempre tendré interiormente un rechazo hacia mi misma por haberme sentido tanto tiempo despreciada, lo que me choca es que para los demás tu fachada sea lo que te define. El mundo no va camino de cambiar... y es una lástima.
He tenido mucho que ofrecer aunque no saliese de casa, pero cuando salía no me veía aceptada por la sociedad. Si me sentaba en un tren casi siempre el hueco libre de mi lado seguía libre aunque estuviese el tren abarrotado, porque debe ser vergonzoso que te vean sentad@ al lado de un@ gord@.
También el trato cambia, las sonrisas de quienes se acercan quieren parecer sinceras, pero antes no se acercaban, ni siquiera sonreían al verte ¿Por qué ahora sí?. Soy yo, la misma persona.
¿O seré yo y mi percepción? Quizás mi actitud también es distinta, porque tengo seguridad en lo que hago y no me da miedo (mucho menos) que me digan algo ofensivo.
Ahora todos son halagos, ahora vales más, ahora eres una integrada y tu vida ya tiene sentido porque los demás te aceptamos. Pues NO, lo siento. No quiero hipocresía y palmaditas en la espalda para quedarme contenta, quiero sinceridad, la misma con la que hace unos meses se me juzgaba.
Por eso me enorgullezco de ser fiel a mi misma, no queriendo ser como nadie, si no una versión mejorada de lo que ya era.

Valemos, claro que valemos, gordas o delgadas, pero íntegras.

S.A

No hay comentarios:

Publicar un comentario