Peso 91,3 Kg.
He adelgazado 700 Gr.
Y normal, hubo 3 días de auténtica ansiedad, esto me pasa por haberme tirado unas Navidades sabáticas.
El domingo me entró una especie de endemoniada actitud a eso de las 19:00 h en la que, poseída completamente, corro hasta la cocina y me hago media barra de pan con salchichón. Así, en frío.
Posteriormente, considero que es poco, por lo que me corto un trozo de tortilla de patata. Hasta ahí bien (medio aceptable).
No contenta con eso, me levanto nuevamente y acabo comiéndome un paquete de galletas oreo, unas magdalenas y no sé cuantas historias más que he pillado.
Me siento como el culo, saturada, en modo acusador... pero bueno, calmo el hambre y me dispongo a no comer más en lo que queda de tarde-noche, total, no tenía hambre...
El Lunes perfecta, sin problemas (llena del día anterior, pues no tenía ansiedad). Comí mis verduras y tal, todo bien.
Martes, todo el día genial y por la tarde-noche otro ataque! Me comí magdalenas y no sé que más, ni lo recuerdo porque entro en un estado de semiinsconciencia en el que mi espíritu y mi cuerpo se separan (en serio).
Miércoles, a las 23:00 h y aburrida de no ver nada interesante en la televisión, me levanto como un tshunami y me como unas 5 albóndigas con pimientos fritos, un trozo de queso, unas lonchas de jamón york y un trozo (minúsculo para no cargar el estómago) de lasaña de carne.
Cuando me levanto el Jueves y me peso, creo que andaba cerca de los 95 Kg. Me dio el parraque.
Pues nada, me dediqué a orinar como alma que lleva el diablo estos dos días, luego también tuve cierto colapso y no pude ir al baño, pero milagrosamente he adelgazado.
Esto así contando entiendo que puede parecer que se me ha ido la pinza y que es raro que haya adelgazado, pero si tenemos en cuenta que el resto del día he comido mis verduras, he entrenado y no he picado más que eso y de seguido, sin romper la digestión, pues parece ser que no ha sido para tanto.
Lo único que ahora mismo me alienta a no pasarme tanto esta semana es que si me porto bien, lo mismo el Viernes veo el número 8 y me encantaría, porque eso serviría de impulso para seguir sin darme algún atracón.
Como he dicho en más de una ocasión, he conseguido calmar mi ansiedad y volver por el buen camino, pero el cuerpo y la mente tienen memoria, y yo no voy a dejar de ser una adicta a la comida por mucho que me autoimponga, sólo consigo controlarme, pero mi instinto está ahí, dándome toquecitos de que sigue vivo y a la espera de atacar!
A todo esto, he encontrado una asociación leyendo por la red de manera casual que hace algo que pienso, debería ser una asignatura obligada, trabajar nuestras emociones, porque repercuten en nuestra alimentación y es algo que no se trata y se debería:
www.vivirsindietas.com
Facebook: https://www.facebook.com/vivirsindietas?fref=ts
Es algo en lo que yo tengo que seguir trabajando, como esa estúpida manía de pesarme cada dos por tres.
Sólo el caso de las chicas que lo llevan (que viene relatado en la web) es verdaderamente impactante. ¿Quién mejor que alguien que ha pasado por lo que tú para ayudarte?.
Cambiando de tercio, he descubierto las........... BERENJENAS REBOZADAS. Las pongo en su pañito para que expulsen el aceite, echo un poco de bonito por encima y un poco de mayonesa y madre mía, que vicio. Llevo 3 días comiendo lo mismo.
¡Vale! Rebozar no es la mar de sano ni lo más recomendable para bajar de peso pero son mis grasas, mi aporte graso diario, y lo tomo para comer no para cenar, de momento me va bien y no he notado incremento del peso por ello, así que las disfrutaré hasta que me canse de ellas jejejeje.
Estaba de comer la verdura sólo hervida, en puré, al horno... ¡Ay un poco de vida y gracia por favor!.
Esto sería impensable recién empezado el proceso, pero ya a estas alturas... hay que ir cambiando un poco la mentalidad.
Post de los largos, así que ale! Hasta el Viernes!
S.A
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